lunes, 12 de octubre de 2009

Rescatado de un archivador

La diferencia de clases sociales en la sociedad actual proviene del egoísmo del hombre. El ser humano ambiciona por naturaleza, y para que unos sean ricos, necesitan que otros sean pobres.

No solo es notable esta diferencia en distintas partes del mundo, sino que en una misma parte podemos apreciar la desigualdad.

En mi opinión, en vez de inventar lujos innecesarios para los ricos, lo que la sociedad debería hacer es preocuparse por las necesidades básicas de los pobres, ya que millones de personas mueren de hambre todos los días mientras otros nadan en la abundancia.

Por si no fuera poco, al beneficio de ser rico, burgués o simplemente tener más de la cuenta, se le suman más beneficios por el simple hecho de "tener". A los pobres se les suelen negar las oportunidades, ya que si las tuvieran, "perjudicarían" a los que más tienen, quitándoles una pequeña porción de lo suyo para poder sobrevivir.

La conclusión de todo esto es: ¿No somos todos iguales?¿Por qué entonces "unos se llevan la fama y otros cardan la lana"?

viernes, 26 de junio de 2009

Lejos...

Existe un lugar que está alejado de todo, allí donde solo un portal muy especial puede llevarte... Ese lugar alberga a mucha gente, pero nadie se encuentra con nadie... porque simplemente no quieren.
Allí se cumplen todos tus deseos: es un lugar para los solitarios, los que han nacido con una gota azul en la mirada, los humanos que no merecen serlo, los nadie.
En realidad allí obtienes lo que tienes aquí si no tienes a nadie, pero de una forma distinta: en ese lugar todo conlleva paz con uno mismo, tu conciencia se aplaca y las personas no existen... ni tan siquiera tú, (eso es facil, ¿no?).
Si te consideras uno de ellos, ¡acompáñame allí! ...no, ¡tranquilo, que no me tendrás que sufrir eternamente! Sabes que allí nuestros caminos se separarán... de todo.

miércoles, 8 de abril de 2009

Un eco de verdad

-Se escuchan palabras,
Mas no soy yo, es el silencio.
Triste canción macabra,
Triste perro que ladra
En esta oscuridad que tanto aprecio.

Sospecho melodías
Pero algo desentona y me exaspera.
¿Qué te ocurre, alma mía?
¿Acaso te dolía
La eterna soledad? ¿La eterna espera?

Pero actuando en frío
Apaciblemente guardo letargo:
Hago bromas, sonrío,
No pienso, desvarío...
Se aleja lo postrero de lo amargo.

Lo infame de mi mente
Se oculta con crueldad y reticencia.
Así, inefablemente
A mí misma me miente...
Me esconderé en la piel de la violencia.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Nadie que escriba algo decente puede escribir en paz


Quisiera que mi cuerpo no desprendiera luz ninguna, porque luego se te escapa y duele.

La canción se repite una y otra vez y es irónico que provenga de la "semifama"... no, yo no quiero fama ninguna: quiero caminar con el silencio y la ausencia que sigues proporcionandome tras tantos años; quiero pasear con tu sombra en mi mente, y no en la lejanía. Quizás no existes, quizás no existo... quizá la vida no es más que una simple pesadilla.

No me gustaría que nadie se identificara con una simple pantalla de ordenador: somos demasiado simples como para hacerlo, y además no me gusta ser como los demás.

Situación semejante a sortear pensamientos y plasmarlos con palabras medio decentes mientras escuchas una canción que te dejará descansar cuando acabe... es más: ¡apagada! Ya no quiero más pozos puesto que supuestamente no hay porqué.

Dormiré abrazada a la libertad pase lo que pase.

En paz...

viernes, 23 de enero de 2009

Inspiración de un martillo nocturno

Al martillo sonoro
que en el silencio clama
acompaña mi soledad pagana.
Acoplando mi alma
al suelo del lavabo,
busco y no encuentro calma
y mis huesos se esfuerzan cual esclavo.
Del pensamiento atado
cuelga una duda que genera agobio:
holgado repertorio
que busca una salida al dormitorio.
Vislumbré el mortuorio,
y el viento que por allí transcurría
se llevó mi alma fría,
pues nada más en esa sala había.
Palpitas fuertemente
pues afirmas que ni fuego ni agua
te apartan de la mente
que te arroja al infierno de esta fragua.
Te presto mi paraguas:
el agua purificará mi piel
y el pasado escurrirá como la hiel.
Y hoy maldigo a todo aquél
que despoja de las enaguas
la miel,
el pincel
que no tocará esta yagua.
¡Sorpresa!
Me he quedado dormida
al sentir que toda una vida
se puede perder en una partida,
...y no me interesa;
prefiero el limbo
allí donde la infancia y la inocencia
hacen acto de presencia.
Decadencia
para la apariencia
de un rostro que denota ausencia,
carencia
quizás de lo olvidado,
pues jugando con dados
la vida a mi puerta hoy no ha llamado.

viernes, 16 de enero de 2009

La tortura no es cultura

Es un camino con baches el que conduce hacia los milagros, pero los milagros no existen... ¿Por qué nos machacamos tanto a nosotros mismos? Siempre se ha dicho que el hombre busca su propia felicidad, pero al hermitaño se le hacen parejas de arboles todo a su alrededor. Quiero decir con esto que quizás tengamos un concepto distinto de los daños que la sociedad causa en el ser humano: se dice que en nuestra era, (y a medida que pasa el tiempo) el hombre se va haciendo más independiente. Dependiendo del contexto en el que se afirme tal cosa, podemos aseguran que hay "tradiciones" que en el hombre no cambian: el joderse a sí mismo, mentir, la dependencia de otro humano... o la fiesta nacional por excelencia, por ejemplo. Partiendo de este último punto, mis gustos sanguinolentos no concuerdan con los de la mayoría reaccionaria del país: yo soy más de ver a una bestia que se hace llamar "el animal superior" arrastrándose por una arena recalentada por el sol que aprieta después de comer... yo soy más de ver a esa bestia huir de un bello animal negro azabache con la furia de la venganza en los ojos... yo disfrutaría de la utopía del cazador cazado, de la naturaleza venciendo al hombre y de la muerte de quien se la infringe a un animal mofándose a su vez de él, porque hemos de reconocer que el único animal tan súmamente bajo y cruel que es merecedor de la muerte es el hombre.
Y la naturaleza nos dió conocimiento y "razón" para que los usáramos adecuadamente, pero somos tan patéticos que nos olvidamos de ellos constantemente.

sábado, 3 de enero de 2009

A una mano


Uno se desvive por su único prójimo...loco e ignorante. Es quizás el más tierno y el que menos culpa tiene, pero el que más lo paga sin saberlo. Es aquel que recibe los martillazos: el dedo gordo.


Otro vive de recuerdos, de señalar y de mostrar cosas, (aunque también con el se puede ocultar el Sol). Es el que le da nombre a la 1º página de un libro: el dedo índice.


El siguiente está siempre en medio...el solito, sin tirar hacia un lado ni hacia el otro. Es el único que queda en pié cuando la desvergüenza se hace presente: el dedo corazón.


El que vá a continuación no existe sin su consecutivo, pues si se mueve uno, se mueve el otro. Es uno de los que más suena al chascarte las falanges: el dedo anular.


Y por último el más sosegado, el más fragil...pero aún así de gran importancia: el dedo meñique.


De cortarme alguno, sin duda alguna me cortaría el corazón, porque sufre.