-Se escuchan palabras,
Mas no soy yo, es el silencio.
Triste canción macabra,
Triste perro que ladra
En esta oscuridad que tanto aprecio.
Sospecho melodías
Pero algo desentona y me exaspera.
¿Qué te ocurre, alma mía?
¿Acaso te dolía
La eterna soledad? ¿La eterna espera?
Pero actuando en frío
Apaciblemente guardo letargo:
Hago bromas, sonrío,
No pienso, desvarío...
Se aleja lo postrero de lo amargo.
Lo infame de mi mente
Se oculta con crueldad y reticencia.
Así, inefablemente
A mí misma me miente...
Me esconderé en la piel de la violencia.
miércoles, 8 de abril de 2009
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